lunes, 23 de febrero de 2009

IV Certamen del Surubí Santafesino 2009 - con devolución

Santa Fe
Temporada de Surubíes

Llega el mes de febrero y hasta marzo, los cardúmenes de surubíes están muy activos. Es una época ideal para aguardar el pique y la corrida de estos toros del Paraná que aún en portes medianos y chicos, siempre está dispuestos a divertirnos.

Es común que para esta temporada los pescadores deportivos del litoral, carguen sus equipos de pesca y se dispongan a pasar un día de pesca en busca de los surubíes, una de las especies que mayor presencia impone hasta mediado o fines de marzo. Luego siguen saliendo, pero en menor medida. El agua color marrón, y la buena temperatura invitan a los aficionados a ordenar todo para esperar el pique de los cachorros en los pozones, las salidas de lagunas, algunos carrizales con corriente, en fin, distintos ambientes propicios para ubicar estos pintados que son altamente combativos. Nuevamente se acerca la temporada de lindos surubíes en el riacho Colastiné, especie que acentúa su presencia en la época de arribada que se registra entre los meses de marzo y abril. Con las mismas expectativas con las cuales un pescador sube a su lancha en busca de los pintados, quienes tienen la responsabilidad de organizar la Fiesta del Surubí Santafesino, también están abocados a que todo salga a la perfección, con valiosos premios para los ganadores y también alguna modificaciones en lo que hace a la cancha de pesca, ya que este año no habrá zonas determinadas, sino que la elección del lugar de pesca será libre para los tríos participantes. Gustavo Recce, organizador del evento, nos destacaba que siempre ha escuchado la opinión de los pescadores y ha tratado de ir adaptando el concurso a las necesidades y sugerencias de quienes son los verdaderos protagonistas. Como sucede siempre en las semanas previas a la fiesta, decidimos encarar un recorrido por la zona y ver cómo se presentaban las condiciones, ya que esta marcada bajante ha descubierto nuevos pesqueros y ha borrado otros. Si las condiciones se mantienen habrá que indagar en zonas de pozos, cerca de raigones, o bien pegados a los carrizales. Si el río crece un poco, la amplitud de ambientes se diversifica, y por ende se hace más difícil su búsqueda. En definitiva es todo un desafío el que plantea el riacho Colastiné, y por lo tanto habrá que estar muy atentos al hidrómetro para ir planeando una estrategia. Nada nos asegura que los surubíes van a estar en un determinado sitio, pero con probar unos días antes podemos ir presagiando las respuestas. Durante el mes de enero la presencia de surubíes en todo el Paraná Medio fue muy buena, y si estas perspectivas continúan los pescadores deportivos realmente se van a encontrar con excelentes momentos de pique y adrenalina, lo que va a ser muy valioso al momento de conseguir capturas, y por ende acceder a alguno de los primeros puestos en el podio.
La Pesca
En dos embarcaciones nos dispusimos a recorrer y detenernos en los sitios más propicios para la pesca de los cachorros. En este sentido, buscamos dos ambientes diferentes, por un lado sectores de mucha profundidad y escasa corriente y en otros sitios en donde el agua corría con un poco más de fuerza pero no llegaba a ser tan hondo. La idea era analizar cuales eran los ámbitos elegidos por el surubí a esta altura del año. Junto a Gustavo y Andrés Recce, acompañados por Ariel y Luis Cocco, además de la presencia de Nery Pumpido y su hermano, comenzamos a testear los posibles lugares de pesca que están comprendidos en la cancha de la Fiesta del Surubí. Nos detuvimos en un sitio en el cual la corriente era marcada y rozaba un largo carrizal. Con plomos de distintos pesos iniciamos las pruebas encarnando con morenas medianas. Apenas cayeron los aparejos al agua, la caña de Andrés recibe un pique firme que no logró concretar. Con una enorme intriga recoge el nailon y descubre las marcas en su morena, lo que sin dudas le generó mucha bronca, ya que de no haberse apurado, quizás ya tendríamos la primera presa en la lancha. Luego esperamos unos cuantos minutos y fue Gustavo quien dejó correr el nailon de su reel para provocar el cañazo certero y conseguir el primer surubí de la jornada. Un ejemplar que no llegaba a la medida reglamentaria pero que para el día del concurso seguramente sumará un buen puntaje a los pescadores, ya que como sabemos, todos los tamaños se contabilizan en la competencia. Un hermoso cachorro dio inicio a la seguidilla de cargadas y burlas entre las embarcaciones. Después de varios minutos de espera, tuvimos que elegir otro sitio, ya que los piques de las palometas se hicieron más intensos, y en escasos instantes nuestro balde de morenas comenzó a sentir el ataque de las predadoras. Nos corrimos a otro sector del riacho en el cual se veían pequeños remansos que delataban mayor profundidad. Aquí fue Andrés quien consiguió un buen pique y logró transformarlo en pescado. Otro pintado de mediano porte nos confirmaba que el momento era muy bueno para los surubíes, solo que a medida que transcurrió la jornada nos dimos cuenta que en cada lugar podríamos tener uno o dos piques y que después debíamos corrernos ya que la actividad no continuaba firme. Otro factor importante era el peso de los plomos utilizados. Andrés y Gustavo utilizaban lastres de unos 50 gramos, mientras que yo estaba empleando uno de 30 gramos y los piques no se dieron en mi caña. Estos datos son importantes tenerlos en cuanta ya que a la postre, yo quedé invicto sin un solo pique de surubí, mientras que mis compañeros de lancha, no dieron abasto con las situaciones. Después llego el llamado de la otra embarcación en la cual Luis Cocco, logró un excelente ejemplar de medida, tras varios piques errados. “Ojala esta condición se mantenga para el mes de marzo…” era el comentario de Gustavo, quien desea que el río mantenga su generosidad para los pescadores de todo el país que se lleguen hasta la ciudad de Santa Fe para despuntar el vicio con uno de los peces más deportivos de la cuenca del Paraná. Llegó el mediodía y el intenso sol nos obligó a refugiarnos bajo una frondosa sombra, y también escaparle a la gran actividad de palometas que de seguir con sus ataques nos dejarían sin carnada en escasos minutos. Ya llegada la tarde, volvimos al ruedo y las capturas continuaron, no en gran tamaño, pero sí marcando una buena presencia de la especie, que encuentra en el riacho Colastiné un hábitat propicio para su desarrollo. Actualmente el río continúa muy bajo, pero de seguir para el mes de marzo en similar estado, habrá que estar atentos a las siguientes claves: distintos gramajes en los plomos, para buscar el pique a distintas profundidades; intentar pescar en sitios hondos y de escasa corriente, y cerca de carrizales, que fueron los sectores en los cuales tuvimos mayores respuestas, y en caso de tener uno o dos piques, esperar unos minutos y moverse, el secreto es buscar los piques en distintos sitios, ya que al ser la cancha libre, no habrá inconvenientes en trasladarse de una punta a la otra. Si usted es pescador, tiene varios motivos para no perderse esta gran fiesta santafesina, por un lado, lo bella que está la ciudad con diferentes atractivos para todos los gustos; por otro lado, la naturaleza que rodea a la capital de la provincia y en donde la pesca siempre nos da una alegría, y por último, una gran fiesta de pesca con valioso premios y muchos condimentos para pasarla realmente muy bien con los amigos. Este mes de marzo, tienen una cita imperdible, en la ciudad de Santa Fe, es imposible que se pierda esta gran oportunidad de pasarla realmente muy bien.

Inscripciones y Anticipadas La inscripción de los equipos será hasta las 7 horas del día sábado 14 de marzo de 2009. El costo de la inscripción será de pesos quinientos treinta ($530) al día del Certamen. Las inscripciones anticipadas se tomarán de la siguiente manera: Hasta el 15 de febrero de 2009, de pesos cuatrocientos ochenta ($480). Las mismas se podrán realizar en nuestras oficinas centrales, de calle Belgrano 4069, Santa Fe, Tel-Fax 0342-4540102.- o en http://www.surubisantafe.com.ar/ Recuadro Paquete Especial Certamen Nacional de Pesca del Surubí Santafesino Propuesta Barras Pesqueras o Particulares Incluye, por persona: 1. Alojamiento en Hotel Casino Los Silos Cinco Estrellas 2. Todas habitaciones dobles, Ingresando desde viernes 13 de marzo a las 11 Hs. Saliendo el Domingo 15 de marzo a las 11 Hs. 3. Desayuno Buffet sábado a la mañana y domingo a la mañana. 4. Veinte pesos gratis en tickets para los tragamonedas en casino 5. Estacionamiento para todos los vehículos las 24 Hs. con seguridad privada en hotel casino Los Silos 6. Estacionamiento para las embarcaciones en el Club Marinas Puerto de Santa Fe desde el viernes hasta el domingo. 7. Bajada y subida de lancha (el equipo) 8. Inscripción al Certamen Nacional De Pesca del Surubí Santafesino 9. Reserva de las mesas centrales frente al escenario mayor para todos los integrantes de la barra pesquera y sus acompañantes. Costo total por persona $ 550.00 Nota: Las reservas deben realizarse hasta el día 10 de marzo de 2008, abonando una seña de $ 250.00 (pesos doscientos cincuenta) por persona. Esta oferta es limitada en las cantidades y se agotan según las resevas que se van realizando. Al hotel lo pueden ver en www.hotellossilos.com.ar

lunes, 16 de febrero de 2009

Tiburones con Devolución - San Blas

San Blas
Tiburones con devolución
Esta es la segunda parte de nuestra visita a Bahía San Blas, y en la cual reviviremos los emocionantes momentos vividos durante la pesca de tiburones, los cuales fueron devueltos a su hábitat, cumpliendo el objetivo que nos habíamos propuesto antes del viaje.
Textos Ariel Robledo
Fotografías Darío Traffano
En la edición anterior, relatamos la maravillosa pesca de corvinas blancas que nos regaló el Canal Culebra, en Bahía San Blas, un lugar que rinde muy bien para esta especie, pero que sin dudas en esta época del año también es un destino elegido por los tiburones para merodear hasta cerca del mes de marzo, momento en el cual deja la bahía para internarse a mar abierto. Esta condición, se torna más complicada, ya que el viento, que en la bahía no es un factor que genere tanto peligro, sí se transforma en una condición muy peligrosa cuando pescamos en mar abierto y a varios kilómetros de la costa. En mi primera experiencia en la pesca de tiburones, tuvimos que pescar en mar abierto, y por el viento nuestra salida se había demorado unos 4 días. Cuando llegó el día de la pesca, eolo se había calmado, y aunque las olas continuaban siendo muy altas, Daniel decidió que pescáramos igual y con mucho cuidado tripuló su barco hasta la zona en donde los tiburones iban a picar. Fue una experiencia fascinante, pero no muy recomendable para la mayoría de los turistas que lo que quieren es pasarla bien y no sufrir tanto.
Un excelente día
Atrás quedó aquella experiencia y por eso la insistencia de Daniel para que efectuáramos la nota en esta época en la cual no es necesario navegar mar adentro. Ya estábamos en El Culebra, y antes de iniciar la búsqueda de los sitios elegidos por los tiburones, decidimos ir hasta una gran lobería ubicada muy cerca de donde estábamos. Una gran población de lobos marinos de distintos tamaños habita este banco de piedras y arena conformando un hermoso espectáculo al que pudimos acceder gracias a la amabilidad del guía. Varios minutos de fotos y filmación, le dieron paso al almuerzo y después partimos hacia el punto de pesca de tiburones, los cuales según el baquiano iban a picar a partir de las 16 hs., momento en el cual se producía un nuevo cambio de marea. Con sucede en la naturaleza, no hay un ciencia cierta que diga que los tiburones van a picar en el cambio de mareas, o cuando el mar está quieto, pero sí la experiencia del guía sostiene que cuando el mar corre, suelen ser más altos los niveles de piques y capturas, y es por ello que elige esta condición para efectuar los ensayos. El día continuaba con una suave brisa del sector norte, pero para la tarde noche estaba previsto un importante cambio de temperatura, con lluvia y viento del sector sur. Ante este panorama, todas las fichas estaban puestas en este día. “Solo necesitamos un par de piques…” comentábamos, mientras que Daniel nos aseguraba que íbamos a pescar bien. No es sencillo cuando uno apunta a una determinada especie conseguir resultados satisfactorios, ya que muchas veces distintos factores ambientales pueden modificar el comportamiento de dicho pez y nuestras ilusiones terminan derrumbándose. Quienes conocemos la pesca, nos maravillamos cada vez más por esta condición, ya que nada nos asegura el éxito del día, y por ello tanta pasión nos despierta la actividad. Arribamos al sitio elegido, y Daniel comenzó con los preparativos. Escogió una lisa entera y le cortó la cola. Después comenzó a enhebrar el anzuelo en tres lugares diferentes, pasando todo el líder por el interior de la carnada. La idea es que el anzuelo pase desde la cabeza hacia la cola. Una vez efectuado el encarne, colocó un plomo de unos 350 gramos, y al anillo del líder le puso un globo. El secreto de colocar el globo es importante ya que no debe desprenderse en cualquier lugar, sino donde el guía desea que caiga la carnada. Para ello lo engancha de una parte en la cual queda seguro, pero una vez que toma la distancia deseada, con un tirón fuerte se suelta. El desplazamiento del globo con el aparejo, se produce debido a la corriente del mar. Una a una fue lanzando las cañas con sus respectivas carnadas, y mientras esperamos el pique de los tiburones, comenzamos a pescar variada que en la zona es altamente productiva. Pasaban los minutos y los piques no llegaban. Daniel serenamente miraba las cañas, y nos comentaba que los piques se podrían dar todos juntos. Es como si por arte de magia los tiburones se deciden a comer y se arma una verdadera revolución sobre el barco. La espera se hizo breve, ya que nuestras cañas no paraban de sacudirse con el pique de pescadillas, chuchos, rayas, corvinas de menor tamaño, y algunos cazones. Entre pique y pique, sentimos el sonido maravilloso de la chicharra de uno de los reeles, el que le correspondía a Marcelo Matinucci. Inmediatamente el pescador de aferró a la caña, y esperó la indicación de Daniel para dar el cañazo. En este sentido es importante destacar que la estrella del freno del reel está floja y el reel está trabado, por lo que antes de clavar debemos ajustar rápidamente la estrella, y recién en este momento aplicar la clavada. La gran pregunta es porqué no deja el pick up abierto con la chicharra puesta como sucede en cualquier pesca a la espera. Daniel nos explicaba que si deja el reel abierto con la chicharra puesta, el peso de la carnada con el aparejo, sumado a la corriente del mar, empujan al aparejo y permanentemente está sonando la chicharra como si fuera pique. De este modo, con el reel cerrado, pero con el freno desajustado, él puede regular la tensión de modo que la corriente no desplace la carnada por el fondo. Dejó Marcelo que el tiburón se entusiasmara con el ofrecimiento, y cuando tomó mayor velocidad cerró rápidamente la estrella del reel y clavó de manera enérgica varias veces. Una, dos, tres clavadas certeras, aseguraron a la presa que desde el otro extremo imponía una potencia hasta ahora desconocida por parte de Marcelo, quien era la primera vez que se topaba con una de estas tremendas bestias. En un momento el pez toma en dirección paralela a la del barco, y el pescador tuvo que acelerar el recupero de la línea para no perder tensión. “¡Esto es maravilloso!” Gritaba Marcelo ante la sonrisa de Daniel que se deleita cuando ve pescar a los tripulantes de su barco. Varios minutos de pura pelea, de tensión, de brazos cansados por la fuerza ejercida para arrimar al pez. La incógnita fue develada cerca del barco cuando vimos aparecer la estilizada figura de un hermoso bacota. La faena se prolongó varios minutos más hasta que vimos que el pez estaba agotado. Lentamente y con mucho cuidado Daniel tomó el líder de acero, le quitó la plomada, y comenzó a acercar al pez hasta alcanzar con su pinza el lugar más cercano al anzuelo Mustad 3406 de fácil degradación que estábamos empleando. Una vez fotografiado, procedió a cortar el líder, dejando en libertad al gran contrincante y por supuesto desatando una locura incalculable sobre el barco. Abrazos, saludos, y la emoción de Marcelo, por la pelea dada, y la liberación ofrecida a este gladiador de los mares que se debe proteger celosamente. “Me puedo volver tranquilo… estoy agotado y muy feliz…” comentaba Marcelo, y quienes todavía no habíamos tenido nuestra oportunidad lo miramos de reojo sonriendo y seguimos aguardando el pique en nuestras cañas. Pasaron unos minutos, muy pocos, y mi caña acusa un ataque, después la de Armando, y los corazones que se aceleraron, y la mirada y los oídos atentos a la caña y a la bendita chicharra. Expectativas, tensión, y Marcelo que miraba al horizonte con una cara de satisfacción enorme. De pronto mi carnada seduce primero y la corrida retumba en la tarde. Tomo mi caña, cierro el freno del reel y clavo varias veces. ¡Lo tengo, acá hay otro! Grito, mientras escucho de fondo el sonido del reel de Armando. ¡Doblete! Dice Daniel, y en segundos todo se tornó locura sobre el Brimano. Lentamente fuimos maniobrando nuestras cañas para que las líneas no se cruzaran, ya que podrían enredarse y sería muy complicada la tarea. Las cañas al límite, y la alegría de todos que entre gritos y adrenalina estábamos cerrando una nota fantástica. Mi presa llegó un poco más rápido al lado del barco, pero la de Armando, se había enfurecido, y estaba exigiendo al pescador de manera notable. He escuchado varias versiones sobre la pesca del tiburón, a alguna personas no les gusta, otras “hablan de oído” es decir nunca tuvieron la experiencia pero se guían por lo que les cuentan; lo cierto es que para dar una opinión valedera debemos pescarlos, luchar, sufrir, esperar, acercarlo al barco. Cada especie tiene su característica, cada pez posee un don especial que lo hace diferente, y en el caso de los tiburones la pesca tiene una mística muy cautivante. Tener dos bestias cerca del barco conformaban un espectáculo brillante. Fotos, algarabía, felicidad desbordante en todos los que teníamos la oportunidad de entablar nuestra batalla con los bacotas. Los acercamos hasta la borda, y primero liberamos al mío, cortando el líder, y después, por suerte el tiburón de Armando no había tragado tanto el anzuelo y Daniel se lo pudo quitar con mucho cuidado. Solo quedaba Carlos Polici con su caña intacta, pero Daniel dijo que esperemos un ratito más, que uno iba a picar. Como si supiera lo que sucede bajo el mar, bastaron unos minutos para que la chicharra del reel de Carlos, sonara y nos llenara de sorpresa a todos. Como siempre digo, cada pez tiene su carácter, y en este caso, el de Carlos parecía tener uno bastante malo, ya que hizo lo que quiso con el pescador. Dio dos vueltas completas al barco, obligando a Daniel a maniobrar la caña y pasarla por debajo de la soga que tenía el ancla. Remontó en contra de la corriente, luego, se desplazó hacia los costados, un verdadero “baile” el que le dio este bacota. Admirados por al intensa pelea, seguimos paso a paso los movimientos de Carlos, hasta que pudimos acercarlo a la parte trasera de la embarcación, y con mucho cuidado, tratamos de fotografiar la cabeza de este enojado ejemplar. Cuando estábamos satisfechos de tantas fotos, lo liberamos, generando un estallido de alegría, y emoción en todos los que compartimos esta maravillosa aventura. Con lágrimas en los ojos, Carlos, agradecía a Daniel y a Dios por los momentos vividos. Preparamos el mate, levantamos el ancla, y con un andar sereno y a pura anécdotas emprendimos el retorno hacia la bahía. Todos habíamos tenido nuestra oportunidad de prender y liberar los tiburones, algo que quedará marcado en nuestros corazones de por vida. Por la noche, Daniel nos agasajó con un sabroso cordero a la parrilla, y fue la despedida de un viaje breve pero muy productivo. Pocas veces se da que en una jornada se puede pescar tan intensamente como nos sucedió a nosotros. La lluvia y el viento sur de la jornada siguiente, terminó de convencernos que en el mar el clima suele darte una oportunidad y debes aprovecharla al máximo, con un guía experimentado, y por sobre todo, escuchando atentamente las sugerencias para no cometer errores que nos dejen con las manos vacías. Nos despedimos de Daniel y su familia, y prometimos regresar en busca de nuevas experiencias en un breve tiempo. San Blas nunca nos falló, y seguramente por ello es tan admirado como pesquero por miles de aficionados de nuestro país. Si usted todavía no vivió esta magnífica experiencia, vale la pena intentarla, hay un tiburón esperando que su sueño se haga realidad.
Consultas y reservas:
“Penélope” de Daniel Colombil, amplios conocimientos, muchos años de experiencia, pesca de corvinas, tiburones y variada. Barco y lanchas amplias y seguras con todos los elementos de seguridad. Carnadas, equipos de pesca, asesoramiento.
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Recomendaciones para la devolución de tiburones
En caso de no poder extraer el anzuelo, se aconseja cortar la brazolada de acero. En el caso del gatopardo, generalmente el anzuelo se engancha de la boca. Pero en el caso del escalandrún es muy frecuente que este tiburón se trague el anzuelo hasta el esófago o estómago. Ante esta circunstancia se exhorta colocar en las líneas boyas grandes a una distancia de 25 cm. del anzuelo. Ante la circunstancia de que un escalandrún trague el anzuelo (muy frecuente) se pide cortar la brazolada de acero con una pinza, sin correr peligros. Desde la Fundación Patagonia Natural, a través de la experimentada bióloga Paula Cedrola, se esta fomentando la utilización de anzuelos curvos tipo Mustad 39960 BL o de fácil degradación tipo Mustad 3406 fabricados con terminación de bronce. Los especialistas además recomiendan utilizar nylon de la mayor resistencia posible para evitar el agotamiento del pez y siempre cortar la línea lo más cerca posible de la boca, entre otras significativas sugerencias.
Artículo publicado en Revista EL PATO Nº 152 de diciembre 2008
http://pescatoponline.blogspot.com/

viernes, 13 de febrero de 2009

Construccion de Señuelos Caseros - El Molde

CONSTRUCCION DE SEÑUELOS CASEROS
PARTE I – EL MOLDE

Por: RÖSENFELD Leonardo

En esta serie de notas, desarrollaremos un método para construir señuelos por vaciado en materiales plásticos, de un modo muy accesible y de bajo costo. Antes, unas breves consideraciones: Si bien a los pescadores que gustan del Bricolage casero, es innecesario que se lo diga, este tipo de trabajos, más que una ahorro significativo, (que lo tiene), en costos totales, es una inversión en un método que puede servirnos para desarrollar y experimentar diversas variantes de algún señuelo que nos haya sorprendido por su rendimiento, (como sucedió en mi caso), o tal vez querramos experimentar con nuevos formatos, ya que la aplicación de este sistema, nos permite copiar en infinito, algún señuelo, que comenzando como un simple trozo de madera balsa, como muchos amantes del spinning gustan de hacerlos, terminó siendo la “vedette” de una salida de pesca por su efectividad. Por otra parte, la construcción de moldes para vaciado, es muy eficaz para reproducir con diversos materiales, (resinas, cauchos, poliuretanos etc.), todo objeto que nos interese y que tenga una cierta simetría que permita el proceso. Este desarrollo se originó a raíz de que hace unos años, compré en el Aeropuerto de París, cuando viaje por razones laborales, un hermoso señuelo, que me impactó por la forma, en el Shooping del Aeropuerto, y para que no ocupara tanto espacio, le saqué el inmenso blister en que venía, y lo envolví en un pañuelo para transportarlo en un bolsillo del bolso. El tema fue que resultó el señuelo para dorados más efectivo que haya probado en diversos ámbitos y lo usé hasta casi su destrucción , y como había tirado el envase, nunca pude saber ni la denominación, ni su fabricante, y como no encontré en Argentina nada parecido en forma y tamaño, lo apodé “El Matador” y procedí a copiar el cuerpo y armarlo de nuevo. El molde que vamos a intentar construir, es en dos partes o taceles, (se denomina tacel, a cada una de las varias partes que forman un molde para esculturas, por el método de vaciado), y lo haremos para construir señuelos huecos, también en dos piezas, lo que tiene dos grandes ventajas aunque un poco más de manualidad: los señuelos flotarán y, por otra parte, podemos agregarles algún elemento sonoro dentro, (“rattling”), del cuerpo para aumentar su efectividad, sobre todo con las taruchas. Para el caso de querer hacer señuelos en una sola pieza en resina, debemos tener en cuenta que serán mucho mas pesados, (se hundirán rápidamente), y obviamente es más dificultoso el ponerle los ganchos porta anzuelos dentro, pero al final de la serie de notas haremos un “suplemento” con las aclaraciones al respecto, ya que este tipo de señuelos es ideal para el trolling, y tal vez pueda interesarle a algún Pescador ; además podremos intentar el moldeado de señuelos en otros materiales por vaciado, como los cauchos o siliconas que sí permiten hacerse en una sola pieza. También es válido aclarar, que muchas de las fotos, he debido simularlas, ya que no había documentado los pasos cuando hice mis moldes, pues ya son varios, y fui perfeccionándolos de a poco, pero creo que serán de fácil comprensión a la vista de todos. Veamos cómo se hace: Primero, despojamos el cuerpo del señuelo de todo elemento que pueda constituirse en una “saliente”, ya que puede obstruir el desmolde posterior, es decir, le sacamos totalmente la paleta y los ojales porta anzuelos, y procedemos a lijarlo prolijamente para que su superficie quede absolutamente lisa y sin ninguna rugosidad al tacto. Luego observando cuidadosamente el artificial, se busca un eje de simetría que divida al cuerpo en dos partes exactamente iguales, para que puedan desmoldarse sin dificultad alguna. Aquí vemos dos ejes de simetría, marcados en rojo en la foto, pero usaremos el segundo, por ser el de mayor versatilidad a la hora de armar el cuerpo de nuestros señuelos, como veremos más adelante

Una vez determinado este importante punto, deberemos muñirnos , en alguna casa para artesanías, de un kilo de barro negro o mejor aún, de barro para cerámica blanca, (unos 80 ctvs. El kilo). Tomamos el barro y procedemos a amasarlo bien sobre una superficie plana, cubriendo ésta con algún trozo de polietileno, y agregando agua si es necesario, hasta que tome una buena consistencia, similar al dulce de batata, y que no tenga ninguna basurita sólida adherida. Por lo general el barro blanco para cerámica, ya viene de la consistencia adecuada, y solo hay que amasarlo un poco para que gane en plasticidad. Luego formamos una especie de plataforma con la parte superior perfectamente lisa, donde procederemos a “clavar” nuestro señuelo, enterrándolo hasta la marca del eje de simetría que hayamos seleccionado, (si es necesario podemos “cavar” un poco el barro con una cuchara), de manera que quede perfectamente horizontal.

Ahora, con un cuchillo grande, cortamos la plataforma alrededor del cuerpo, prolijamente, dejando un espesor de entre tres y cuatros centímetros, como mínimo, entre el cuerpo del artificial y el borde de la plataforma

Luego con una herramienta pequeña, tipo esteca de escultura, pequeño cuchillo o similar, alisamos perfectamente los alrededores del señuelo, si es necesario mojando el barro, para que quede perfectamente liso, pudiendo ayudarnos también con un pequeño pincel.

El objeto de esto es que no quede nada en la superficie del barro alrededor del cuerpo, o sobre el cuerpo mismo, y que esta superficie quede perfectamente plana y horizontal respecto del eje de simetría elegido. Es importante que sea así, ya que cualquier irregularidad que quede en el borde del cuerpo, se traduce luego en una “saliente” en el molde lo que dificulta el vaciado. Ahora vamos a rodear la plataforma, con algunos elementos que nos permitan ajustar sus costados, cerrándolos prolijamente, como formando una especie de “cajón”, de manera que nos permita llenar la parte superior con el material que usaremos para el molde. En este caso, lo hice con las cajitas en desuso de Cds. Cuyo tamaño da perfectamente sin tener que recortar nada, para tres de los lados, pegándolas entre sí con algún pegamento instantáneo, que luego nos permite desarmar todo sin problemas; el cuarto lado con una tablita que dé el ancho del cajoncito según hayamos cortado la plataforma de barro, y luego ajustando todos los lados con cinta de enmascarar para formar el cajoncito. Es importante asegurar bien los lados del cajón, ya que la presión ejercida por el yeso o la resina en el vaciado del molde, es bastante fuerte y puede desarmar todo, por ello eso de asegurar bien las paredes con varias vueltas de cinta de enmascarar De todos modos esto queda a criterio de cada uno, usar cualquier otro material como maderitas o metales, a condición de que estén perfectamente derechos y con su superficie lisa.

Ahora con un pincel suave, pintamos prolijamente el cuerpo del señuelo como también la superficie de la plataforma, con un “desmoldante” casero, (el comprado es muy caro pero el nuestro funciona mejor). Para ello usaremos un buen detergente común de cocina, cuanto más concentrado mejor. Personalmente prefiero el Magistral azul o rojo, que tiene la viscosidad óptima para evitar que se pegue la mezcla sobre el señuelo. No debemos olvidar “pintar” con el detergente, todas las paredes del cajoncito, para evitar que se peguen en el molde si usamos resina. En el caso de usar yeso para el molde, no es necesario pintar las paredes aunque sí el cuerpo del señuelo patrón.

Pintamos todo abundantemente, y procedemos a preparar la mezcla para el cuerpo del molde. El siguiente paso consiste en definir, qué tipo de material usaremos para construir nuestro molde, ya que esto dependerá del tipo de material con que este hecho nuestro señuelo patrón. Hay dos maneras de hacerlo rápido y fácil: Con Yeso o con Resina Plástica, (de la usada en reparación de cascos). Es importante definir esto ya que si el señuelo patrón es de plástico o poliuretano de alta densidad, al hacer el molde puede destruirse, debido a las altas temperaturas que desarrollan las resinas en el fraguado, llegando a levantar hasta 80 grados o más aún, según su densidad. En estos casos, se aconseja armar el molde en yeso común, que si bien no tiene la resistencia de la resina, no levanta tanta temperatura que destruya nuestro señuelo madre; ahora bien, si el original es en madera u otro material que soporte algo de calor, no habrá ningún tipo de problema en utilizar resina plástica.. Por este motivo, trataré de explicar el proceso para ambas modalidades al mismo tiempo, si bien el tema de la resina no necesita gran desarrollo, ya que simplemente se mezclan la resina, el catalizador y el acelerador en la proporción adecuada que nos dará el vendedor. Si tenemos dudas en cuanto a la cantidad a usar, lo mejor es llenar antes el cajoncito con agua hasta el nivel deseado, (recordar que tiene que sobrepasar el nivel del señuelo madre ..(continua..)

martes, 10 de febrero de 2009

1º Concurso de Pesca Variada "Ciudad de Santa Fe"

1º Concurso de Pesca Variada "Ciudad de Santa Fe" con Devolucion
Los días 21 y 22 de Febrero del 2009 se realizará el 1º Concurso de Pesca Variada de La Ciudad de Santa Fe.- El mismo es organizado por el Club Caza y Pesca Ciudad de Esperanza, El Club Gimnasia y Esgrima de Monte Vera y La Peña Surubí Santa Fe .-
El valor de la inscripción es de $ 360,00 el trío integrado, esto incluye el almuerzo el cual se realizara en la Costanera Este en el local Costa Arenas , la cancha de pesca arranca desde Pontoneros hasta la Boca del Pascualito.
Más de $ 50.000,00 en Premios.. " 2 Embarcaciones "
Para la inscripcion ó mayor información dirigirse a las sedes de los respectivos Organizadores ó en las instalaciones del Club nautico Sur .-
Informes e Inscripcion:
TE: 0342 - 156 152786 / 156 098893
03496 - 154 43796

Cancha de Pesca

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jueves, 5 de febrero de 2009

Pura naturaleza en el noroeste cordobés

Pura naturaleza en el noroeste cordobés
En medio de un ámbito incomparable, y con la paz que reina en toda la región, conocimos Villa de Soto, un pequeño pueblo que está floreciendo en materia turística, y en el cual podemos desarrollar la pesca deportiva de una de las especies más deportivas que existen: la tararira.

Por Ariel Robledo

Siempre resulta interesante conocer nuevos ambientes para la pesca deportiva, y si además estos lugares nos permiten disfrutar de otros encantos como la paz, los paisajes, arroyos de aguas cristalinas para disfrutar en familia, la combinación resulta muy atractiva para elegirlo como destino de vacaciones, o bien como alternativa para desenchufarnos del trajín cotidiano. Gracias a una invitación realizada por Martín Rodríguez, pude conocer este verdadero paraíso enclavado tras las Sierras de los Comechingones. Para llegar a destino, tenemos que tomar la ruta Nro. 38 desde la ciudad de Córdoba, y luego de transitar unos 160 km. llegamos a destino. En nuestro viaje pasamos por las ciudades de Villa Carlos Paz, Cosquín, Capilla del Monte y Cruz del Eje. El recorrido es sumamente atractivo ya que a cada kilómetro aparecen nuevas postales que decoran esta región cordobesa de mucho tráfico turístico. Antes de arribar a Villa de Soto, pasamos por el río Soto, curso de aguas totalmente transparentes y de máxima pureza, ya que no existen poblados que se ubiquen a la vera del mismo, lo que lo aleja de toda posibilidad de contaminación. Ingresamos por la calle principal y nos dirigimos hasta la plaza, sitio de encuentro de jóvenes y adultos que cerca del atardecer se reúnen para disfrutar de unos mates o bien compartir las andanzas del día. Alrededor de la misma se emplazan varios comedores, la iglesia, y sitios de entretenimientos para todos los gustos. El andar sereno de la gente, nos da una pauta que en este lugar el tiempo se detiene, y nos obliga a bajar las revoluciones de nuestra vida que seguramente nos pide un descanso cada tanto. Lejos de todo “ruido” urbano, este pueblo nos invita a encontrarnos con mucha tranquilidad, el saludo amable, el respeto, decorados con el canto de los pájaros y los aromas serranos, que después de cada lluvia se intensifican y nos llenan los pulmones de aire puro. Las cabañas de Martín están enclavadas en un sitio en el cual se pretende efectuar una urbanización exclusivamente turística para cabañas, en un marco natural de máxima tranquilidad, y a tan solo 40 metros del río Soto. Cuenta con todas las comodidades y sentado bajo la sombra del quincho uno puede desayunar contemplando el verde que rodea a la región, con las sierras como telón de fondo. Apenas nos ubicamos en las cabañas, nos dirigimos hacia el río, un curso de aguas con playas de arena y pequeñas piedras ideal para que los niños estén seguros, bordeado por una frondosa vegetación en la cual podemos compartir un asado, o bien los infaltables mates del atardecer. A unos 5 km. se encuentra otro de los sitios recomendados para estar serenos, y es el denominado balneario La Toma, un oasis en donde se mezclan finas arenas, con grandes piedras y un marco serrano de imponente belleza. Este lugar esta siendo acondicionado para que en un futuro cercano se cuente con proveeduría, y demás servicios para el turista. Ideal para quienes buscan un contacto con el silencio, solo interrumpido por el sonido del agua y los miles de pájaros que abundan en la zona. El privilegio mayor que tiene este pueblo es sin dudas la tranquilidad y la seguridad, uno de los bienes más preciados que todos buscamos, especialmente cuando se trata de vacacionar solos o en familia.-

Emprendimiento Desde hace muchos años Martín ve al turismo como una posibilidad cierta de crecimiento para toda la región, basado en un pasar muy tranquilo, de salud, ideal para el desconecte que todos necesitamos. A futuro existen muchas ideas y propuestas para desarrollar en la zona, siempre cuidando el bien más preciado que es la naturaleza y el aire puro. En una charla con el intendente de la Villa, conocí los detalles de un amplio espacio que va a ser destinado a los complejos turísticos que deseen invertir en la zona. La idea es realizar una pista de salud, cerca de la zona de playas, y con un fácil acceso desde la ruta. Una propuesta muy interesante para revalorizar este cálido pueblo cordobés. La Pesca Otro de los atractivos que posee la región es el dique Pichanas, un espejo de agua en el cual se pueden pescar pejerreyes, carpas y unas interesantes tarariras, especie que suele ser muy apreciada por los pescadores de spinning y mosca. En este sentido, y ya que estaba en la región, Martín procedió a organizar una jornada de pesca en el dique, algo que resultó sumamente interesante ya que el ambiente era desconocido para mí, y esto siempre me genera grandes expectativas. Junto a Raúl Velásquez, su amigo y compañero de aventuras, organizó todo para disfrutar de los encantos de la pesca. En este sentido, Martín, ya tiene organizada excursiones de pesca para los amantes del spinning que deseen pescar tarariras en el dique, con un servicio completo en un lugar exclusivo y muy atrapante. Temprano por la mañana, me pasaron a buscar y nos dirigimos por la ruta 15 hasta la localidad de La Higuera, desde allí tomamos un sinuoso y simpático camino serrano que nos depositaría en una de las bajadas de lanchas que tiene el espejo de agua. La travesía es impactante, y antes de arribar a destino, paramos en una casa de campo para comprar quesillo de cabra, recién elaborado artesanalmente, un verdadero manjar para comerlo a la parrilla o bien naturalmente con mates. Mientras bajábamos la lancha pudimos ver el movimiento de los pejerreyes y también de las tarariras, lo que nos empujó a apresurar los movimientos para estar lo antes posible en los sitios de pesca. En una moderna embarcación, y gracias a un permiso especial conseguido por Martín navegamos hacia una de las bahías en las cuales iniciaríamos los ensayos. Ambos teníamos un arsenal de señuelos, pero el guía me anticipó que los mejores resultados los conseguía con cucharas giratorias plateadas, ya que la alimentación preferido por las taruchas en el dique es el pejerrey y todo lo que simule su natación es atrayente para las predadoras. También otra de las especies que merodea en esta agua es la carpa, en tamaños realmente descomunales. “Nadie las pesca, pero hay ejemplares gigantes…” me comentaba Raúl. Caminamos por la costa y comenzamos a ver el movimiento de este pez y verdaderamente en portes muy llamativos. “Se suelen pescar con masa, y los ejemplares que se logran tienen buena carne…”, me destacaban los baquianos. En la caminata podías percibir los movimientos de las tarariras, y de pronto llegamos a una bahía en la cual vimos varias apoyadas en el fondo. “¡Increíble como se las ve…!”. Sigilosamente preparamos los equipos y lanzamos los artificiales. Pasamos bien por delante de la boca del pez, y no reaccionaba. Después uno de los spinners la tocó y huyó del sitio en el que estaba. Seguimos caminando, y vimos un par que estaban juntas. Lanzamos los artificiales y al pasar la cuchara giratoria de Martín cerca de una de ellas, vimos el espectacular ataque. La oscuridad del fondo del lago, sumado al movimiento de la cuchara giratoria y a la boca blanca de la tarucha que se abre para engullir el artificial, conforman imágenes que son imposibles de olvidar para el pescador de spinning. Unos pasos más adelante otro ejemplar de mayor porte se abalanzó a la cuchara de Martín y con un espectacular salto escupió el engaño. Era notable la cantidad de piques que se daban en el artificial de Martín, y yo que probaba con un spinner bait con fioco verde flúo no tenía respuestas. En este ambiente magnífico pudimos ver la conducta territorial de las tarariras, ya que pasábamos por un lugar en el cual estaban y al ver o sentir nuestra presencia huian, pero dejábamos descansar unos minutos el lugar y aparecían nuevamente para cuidar su territorio. Realmente una enseñanza fantástica la que nos dejó el dique Pichanas. Seguimos probando, y Martín me estaba dando una verdadera paliza, con muchos piques y a la vez buenas capturas. Decidí cambiar mi señuelos y puse una cucharita anaranjada Mepps Nº3 que siempre me da buenos resultados. Con este artificial presencié una secuencia que jamás borraré de mis retinas, ya que cuando pasaba la cucharita cerca de una piedra, veo salir de atrás de la misma una hermosa tararira que atacó el señuelo, y después de un espectacular salto lo despidió. Sinceramente, si hay algo que a los amantes del spinning vuelve loco, es cuando podemos presenciar el ataque del pez a nuestro artificial elegido, después si sacamos ao no a la presa es otro cantar, pero saber que lo que uno escogió causa el efecto de engaño en el pez, no tienen precio. Varios piques y emocionantes momentos nos mantuvieron entretenidos hasta el mediodía, momento en el cual la actividad se acentúa, pero también el asado nos llamaba y decidimos descansar unos minutos y no fallarle al sabroso manjar preparado por Raúl. Bajo una tienda armada especialmente comimos el asado, con quesillo de cabra, y cuentos que le dieron el folclore necesario para redondear una bella jornada de pesca. Por la tarde, nos movimos hacia otros sectores, en donde siempre se daban uno o dos piques. Yo seguía sin poder pescar, hasta que saque de mi caja de pesca un spinner bait de doble cucharas y con el fioco color negro. Inmediatamente lance hacia una palo semisumergido y el tremendo zarpazo llegó, con un tarucha mediana que salvó mi honro. Después de este pique, tuve varios más, hasta que en uno de los bruscos ataques mi caña estalló partiñendose al medio. “¡La tarucha está prendida!” le gritñe a Martín, y mientras trataba de cansarla para arrimarla con mis manos a la costa, veo aparecer un verdader mostruo que se le pone al lado e intenta atacar el señuelo que estaba prendido. “¡Viste ese bicho… es gigante…!” le grite a Martín, quien al tener la cámara de filmación no pudo arrojar su artificial. “Aquí hay tarariras de más de tres kilos…” me decía y sin dudas yo había presenciado un ejemplar que era realmente muy imponente. Saqué mi tararira, y le dije a Martín: “listo, estoy fascinado con el ambiente, y estoy feliz porque como nunca pude ver el ataque de las taruchas a los artificiales, algo que en muy pocos sitios del país se puede ver…”. Regresamos lentamente, cargamos la lancha y volvimos a la Villa, en donde me esperaba mi familia para disfrutar de las claras aguas del río Soto y sus maravillosas playas. Por la noche, el broche de oro llegó con un cabrito cocinado magistralmente por Martín. Pasamos varios días de mini vacaciones en este apacible pueblo cordobés que sin duda ya confirmó mi regreso pronto, porque posee mucha naturaleza, un río sensacional, y una pesca que jamás olvidaré, con tarariras de todos los tamaños, y la transparencia de las aguas que nos proponen un espectáculo solo apto para fanáticos de los artificiales. Cabañas "Barrancas del Río". Totalmente equipada(ropa de cama, toallas, etc.), TV cable; quincho y asador; ventiladores de techo; microondas; reposeras y elementos para el rio y playa.Ubicadas a 150 mts ruta nacional 38. A 500 mts plaza principal y zona centrica.A 50 mts del Río Soto. Ambiente totalmente natural.Pesca guiada al dique Pichanas, spinning y fly cast, tarariras. Servicio completo.Reservas: 03549 15435604 - 03549 15465542. Agradecemos a Martín y su familia por los excelentes momentos vividos.
Agradecemos muy especialmente al Municipio de Villa de Soto, al Hotel de Turismo que cuenta con habitaciones amplias y todos los servicios, además de un amplio restaurante en el cual podemos degustar verdaderos manjares, en una construcción de época que guarda mucha historia y una cautivante belleza. Consultas: 03549-480955 Municipalidad de Villa de Soto Tel./ FAX: (54-3549) 480507Av. 25 de Mayo 220. (X5284AAP) Villa de Soto, Córdoba.villadesoto@villadesoto.com – www.villadesoto.com