miércoles, 22 de abril de 2009

XXXIV Fiesta Nacional del Surubi - Goya

Goya
No te duermas pescador…
“…que tu anzuelo está en llamada…” dice una de las estrofas más pegadizas que tiene la canción del surubí de Goya. Este himno para la fiesta y también para los pescadores resume claramente todo lo que se vive en la ciudad de las golondrinas cuando miles de participantes esperan en la madrugada que en su “… línea se estaquee un surubí…”

Por Ariel Robledo
Fotografías Darío Traffano

Faltan pocos días para que en la ciudad de Goya se congreguen pescadores de distintos rincones de la Argentina y el mundo para vivir una de las fiestas más impactantes de pesca que tiene el mundo. Con un record de más de 700 embarcaciones, este evento se constituye en un emblema para nuestro río Paraná y en un homenaje inigualable para el preciado “toro del río”. Llega esta época del año y los cachorros de pintados, en su mayoría, y de los atigrados en menor medida, comienzan el proceso de “arribada”, éxodo natural de estas especies de cuero que comienzan a buscar aguas más cálidas para pasar el invierno. Este movimiento de los cardúmenes le ofrece al pescador la posibilidad de toparse con los surubíes un poco más hambrientos que de costumbre, ya que deben juntar energía y grasas para soportar mejor las condiciones de bajas temperaturas. Es por ello que los aficionados al deporte de la paciencia se vuelcan al río en busca de los surubíes, especie que tiene un alto valor deportivo, pero a la vez un enorme valor gastronómico, y es por ello que su búsqueda se intensifica. Cuando hablé con Javier Enrique, para efectuar un relevamiento de pesca en la zona, me anticipó que el agua no estaba buena para la especie, ya que el Paraná se mostraba muy turbio, debido a que el río Paraguay volcaba, a la altura de Paso de la Patria, agua color chocolate, producto de las lluvias que caen en los ríos Bermejo y Pilcomayo. Este síntoma no es buen compañero para la pesca, pero como siempre decimos, la naturaleza está dispuesta a sorprendernos y vale la pena intentar en condiciones adversas, ya que en algún momento la situación cambia y el pique se torna firme.
Lo que se viene

Llegamos a tierra correntina y Javier nos esperaba con el desayuno listo en el complejo de cabañas “Posada del río”, el cual presenta una belleza muy especial a orillas del riacho Goya. Estas cabañas cuentan con todas las comodidades y una vista inmejorable al paisaje isleño que rodea a la región. Desde hace poco tiempo Javier está a cargo del mismo y les ofrece a los pescadores un servicio integral de alojamiento, pensión completa y sus guiadas de pesca con profesionales en bait casting, spinning, mosca y carnada. Mientras desayunábamos, se acercó para conversar Rubén Bassi, Presidente de la Fiesta Nacional del Surubí, quien desde hace varios meses se encuentra abocado a promocionar su multitudinario evento. Este año la modificación más importante está en el nuevo predio en el cual se concentrará toda la fiesta y la exposición comercial. Sin dudas un alto desafío el que se ha impuesto la organización para este año, pero con el claro objetivo de que todos se sientan más cómodos en la ciudad y puedan vivir a pleno los 5 días en los cuales se desplegarán espectáculos de primer nivel y actividades para todos los gustos y edades. En un año difícil en lo económico, la comisión decidió mantener los precios del 2008 y esto ha sido muy bien recibido por los pescadores.
La boca del Caduco

Luego de charlar sobre las novedades con Rubén, subimos las embarcaciones de Javier y acompañados por Lisandro Benítez, también guía de la zona, emprendimos la navegación hacia el final de la cancha de pesca del concurso con más incertidumbre que certezas, ya que como dijimos, los datos no eran buenos. De paso hacia nuestro sector elegido, nos detuvimos en la conocida Boca de la Colacha, un pesquero que siempre suele dar piques de surubíes y también de otras especies, ya que al arroyo se le suma una salida de laguna en cuya unión los peces cazadores aguardan su dieta. La idea era realizar pesca “al garete” con morenas medianas y cascarudos. Para esta ocasión decidí emplear un reel rotativo Pflueger cargado con 200 metros de nailon 0,40 mm. Strem, con caña Quantum Affinity de 2,10 y 15-30 lbs. Realmente un equipo que se adapta perfectamente para este tipo de pesca en la cual se suelen utilizar lastres de entre 20 a 50 gramos. En la pesca de surubíes cuando efectuamos el garete o pindá es importante tener el pick up del reel abierto y, al sentir el pique, dejar que el surubí lleve algunos metros de nailon. Muchas veces, quienes efectúan esta pesca por primera vez, suelen confundir los enganches del fondo del arroyo, con lo que es un pique. En este sentido la diferencia es perceptible porque cuando se engancha del fondo la salida del nailon es pareja, en cambio cuando es pique, la salida del nailon es irregular, y levantando la punta de la caña sentiremos pequeños “cabezazos” que nos delatan que el pez es el que está saboreando nuestra carnada. En la primera bajada, tuve un pique franco y al clavar veo el salto de un dorado mediano que se le animó al ofrecimiento. Después en la caña de Javier otro pique de palometa, y por último en la de Lisandro una llevada firme pero que no logró concretar. Entusiasmados por las respuestas volvimos a bajar. En esta pasada, una llevada en mi línea me advirtió que tenía un pez, y al clavar varias veces, siento la clásica lucha de un pequeño cachorro en el extremo. Gran felicidad en la lancha y la lucha que se prolongó unos minutos nos permitieron suponer que si éste picó otros podrían seguir el mismo rumbo. Volvimos a realizar la deriva un par de veces, y no tuvimos más piques, por lo que decidimos navegar más al sur, hacia el extremo de la zona de pesca. Cuando llegamos al sitio, nos detuvimos en la boca del Caduco, un arroyo que siempre suele dar surubíes. Aprovechando una linda sombra cerca de la costa, nos amarramos y almorzamos, mientras arrojamos las carnadas en espera de alguna llevada. Estábamos conversando sobre la pesca cuando la caña de Javier se curvó al límite. Inmediatamente tomó la vara y clavó varias veces. En una mano el sanwich y en la otra la caña con enorme alegría. Su línea cortó el arroyo hacia el medio y los movimientos d e la caña delataban que el segundo surubí estaba prendido. Lentamente lo fue acercando a la lancha y cuando lo vimos aparecer estallamos de felicidad. “Esto tiene el río, nunca sabes con lo que te va a pagar…” comentaba Lisandro, ya que por las perspectivas y el horario, no imaginábamos que tendríamos un pique de cachorro en ese lugar. Varias fotos, y la sorpresa al ver que le faltaba una de las aletas al cachorro y también mostraba un anillo en su boca, producto de haber estado enganchado en otro anzuelo. Sin dudas un surubí con suerte, ya que después de mimarlo un poco lo regresamos al río dándole una nueva oportunidad.









La tarde


Seguimos comiendo tranquilos, más relajados, y por supuesto alabando las bondades del Paraná que siempre nos da estas alegrías. Javier decidió que sigamos probando en la zona, y navegamos un poco aguas arriba para hacer algunas derivas pasando cerca de la boca del caduco, aprovechando los veriles de la zona. Las pruebas las tenemos que hacer un poco retirados de la costa, ya que la fuerza de la corriente deposita muchos árboles y el fondo es bastante sucio. Igualmente el que no arriesga no gana, y si bien tratamos de no pasar tan cerca de los enganches, algunas probabilidades de dejar aparejos había. En la primera bajada, la caña de Lisandro vuelve a sentir un toque, y después la corrida frenética de su nailon hacia el medio del río. “¡Otro cachorro!” grita y tomamos las cámaras para registrar la lucha. Se notaba por la fuerza impuesta que era de mejor tamaño, y esto nos alegraba aún más. “Ya está, con éste cerramos la nota…” decía bromeando Javier. Varias veloces embestidas cerca de la lancha y las expectativas por ver las pintas negras sobre el lomo gris. Un gran borbollón, y después como si fuera un telón marrón, las aguas se abrieron para darle paso a nuestra estrella, el hermoso surubí. Suavemente lo izamos a la lancha y estallamos en felicidad. Varias fotos y el registro de una situación muy especial en la cual los surubíes a plena siesta estaban picando de lo mejor. Distintas poses, las sonrisas de oreja a oreja, y Goya que nuevamente nos premiaba con su pez emblema. Liberamos al cachorro y decidimos hacer una bajada más, pero sobre la costa contraria a la boca del Caduco. Las morenas rascando el fondo y el sonido de los pájaros retumbaba. El silencio era total, la adrenalina que corre por el cuerpo, y la concentración para no perder el pique eran totales. De pronto vemos que la línea de Javier se afloja, recupera su nailon con velocidad, tratando de tensar el nailon. Cuando percibe que el pez tenía la carnada en la boca y que la llevaba hacia un costado, dejó que se afirmara mejor, y produjo la clavada varias veces. En cada movimiento de caña, el reel trabado con la estrella en su punto exacto dejaba salir algunos metros de nailon. Increíblemente otro hermoso surubí nos daba otro momento de exaltación. Lo peleó tranquilo, sin apuros, con paciencia, y después de varios minutos otro lindo cachorro pasaba de mano en mano para las fotos. “Imaginate si en esta zona tuviéramos el agua mejor….” Comentaba Lisandro, haciendo referencia a que quizás los piques se hubiesen multiplicado. “Uno nunca sabe, a veces venimos con las mejores condiciones y hacemos papa, otras tenemos un río desastroso y sin embargo pescamos bien, como hoy…” contesta Javier, haciendo alusión a lo ilógico de la pesca, y a lo maravilloso que es cuando el río te regala estas sorpresas. Regresamos a la ciudad, lentamente, apreciando el atardecer y con la mente puesta en los miles de pescadores que el día del concurso querrán tener la suerte que tuvimos nosotros. Sin dudas, una fiesta que se viene con todo, en un pesquero de primer nivel como lo tiene Goya y con la mística que nos propone el surubí, un pez impredecible como la misma naturaleza.










Servicios y guías de pesca:


Javier Enrique, alojamiento en posada sobre el río, todas las comodidades, lanchas amplias, pesca con carnada, mosca, bait casting y spinning. Consultas: (03777) 156 03 731.
Lisandro Benítez, guía de pesca con mosca, señuelos, y carnada. Lancha propia, servicio integral, alojamiento en hotel o cabañas.
Consultas: (03777) 434 336 / 155 00 894
http://www.pescadedorados.com.ar/
Recuadro
Fiesta Nacional del Surubí
Del 26 de abril al 3 de mayo – Goya
Una de las fiestas más impactantes del litoral argentino, desplegará toda su magia en un predio totalmente renovado, en donde se concentrarán los espectáculos musicales, la Expogoya, elección de la Reina del surubí, y shows de artistas nacionales de primer nivel. El año pasado alcanzo su máximo record con más de 700 lanchas. Premios de primer nivel para las diferentes categorías y una fiesta con el mayor esplendor lo esperan en Goya.
Informes: (03777) 431 762
www.goyasurubi.com.ar

miércoles, 8 de abril de 2009

16 Fiesta del Surubi Entrerriano

La Paz - Entre Rios
La XVI edición de la Fiesta del Surubí Entrerriano se realizó con destacada participación de lanchas (230) y pescadores que llegaron de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Corrientes, varias ciudades entrerrianas y por supuesto las camaras de A Todo Pesca estuvieron presentes.La organización estuvo a cargo de una Comisión Ejecutiva en forma conjunta con la Secretaría de Turismo y Cultura de la Municipalidad de La Paz y como sponsor principal el Gobierno de Entre Ríos, a través de la Secretaría de Turismo.

Texto y Fotografía: Bonadeo Valentin (A Todo Pesca)

El objetivo principal era capturar la mayor cantidad o el más grande “Toro del Paraná”, cometido que logró la lancha “La Gran Curiyú” de la Peña Puerto Sánchez, de la capital entrerriana, integrada por Sergio Borgogno, Héctor y Eduardo Jozami; mientras que el de mayor tamaño lo “capturó” el amigo Oscar Carrivalli, acompañado Carlos Martín y Jorge "El Rengo" Avalle, del Club Caza y Pesca Ciudad de Esperanza (126 centímetros), un surubí de unos 18 kilosLa fiesta se realizó en la zona portuaria de La Paz, donde se instaló una gigante carpa que albergó a unas 1.200 personas, donde se vivieron emotivos momentos en los sorteos de las cinco órdenes de compra de $ 2.500 pesos, el auto Corsa 0 kilómetro que se llevó un trío de la Barra Pesquera de Luján, Buenos Aires, más los destacados premios en la clasificación general e individual.
En la noche de coronación se eligió a la reina del Surubí entrerriano, halago que recayó en la joven de 20 años, Evelyn Fernández, de La Paz, mientras que fue primera princesa, Giovanna Raimondi y segunda princesa Paula Mariano.
Felicitamos a todos los amigos pescadores que con mucho coraje y sufrimiento hicieron que esta fiesta brillara en un dia lluvioso y repudiamos totalmente la falta de criterio de Prefectura que autorizo la largada en medio de una tormenta arriesgando la vida de muchas personas.









Por suerte no pasó nada...










Valentin Bonadeo
Caza y Pesca Deportiva
0342 - 156143271