




Las primeras sorpresas Una vez ubicados en el sitio ideal, comenzamos a preparar los aparejos. En este caso se emplea una línea madre de 70 cm. de nailon 0,50 mm. desde la que se desprende el plomo en la punta y a mitad se ubica otra madre de unos 30 cm. con el anzuelo. El lastre que empleamos en el comienzo de la pesca fue de unos 150 gramos, ya que la corriente era bastante fuerte. Luego, a medida que la marea se va deteniendo, empezamos a cambiar los lastres por otros más livianos. Es fundamental que cuando lanzamos el aparejo toque el fondo, de lo contrario nunca llegarán los piques. Daniel consigue una carnada muy buena, de gran tamaño y tentadora para la dieta de los peces. Encarnamos los anzuelos y comenzamos la faena. En el comienzo fueron las rayas las que dijeron presente con un pique bastante seguido. Después los gatuzos y algunas pescadillas, hasta que llegó el pique esperado. Una brusca bajada de caña delató la presencia de una corvina. La lucha es sensacional, en cada embestida se despiden del reel varios metros de nailon, y cuando pareciera que la tenemos rendida vuelve a salir disparada. Sinceramente una de las pescas más deportivas que existen y que si la encaramos con el reel, la caña y el nailon adecuados podemos disfrutarla al extremo. La primera de unos 4 kilos abrió la mañana. Después le siguió mi caña, con un bello ejemplar de unos 6 kilos, y no faltó la de Armando con otro de porte superior. Entre piques de excelentes corvinas, llegó la gran sorpresa de la jornada. Darío, quien sacaba fotos, filmaba y tenía su caña también en el agua, siente una tremenda bajada, y el reel que empezó a escupir nailon de manera firme. Se inició la batalla y la caña que se exigía al máximo, hasta que después de varios minutos llenos de nervios, vimos aparecer en superficie ¡un “corvinón” de 9 kilos! “Hacía mucho tiempo que no veía un ejemplar de este tamaño…” nos aseguró Daniel, con una inmensa alegría, ya que el sitio escogido estaba rindiendo a la perfección. Muchas fotos, y la algarabía y felicidad de todos, por la presa conseguida por Darío, quien en su primera pesca de mar, nos “pasaba el trapo a todos con la pieza mayor”. Después le siguió otro monstruo de unos 8 kilos que sacó Armando, y una hermosa rubia de unos 7 kilos que exigió a mi caña al límite. También Marcelo tuvo su chance con otra presa de más de 6 kilos. Era increíble lo intensa que estaba la pesca, por momentos el pique se cortaba y comenzábamos a disfrutar de la “variada” y pasados unos minutos, por arte de magia, nuevamente aparecían las corvinas y en todas las cañas teníamos las bruscas llevadas. Fueron unas 3 horas de pesca en las cuales no tuvimos descanso, hasta que el pique fue disminuyendo su intensidad. Habíamos tendido tanta pesca, que increíblemente estábamos satisfechos, felices, por lo que nos dispusimos a almorzar, dejando descansar a nuestras cañas y por supuesto, nuestros brazos, que habían tenido acción en todo momento. Este es un excelente momento para disfrutar de la pesca de grandes corvinas en el canal Culebra, un sitio tradicional, pero en donde el conocimiento de Daniel, marca la diferencia. Si usted soñó alguna vez con esta pesca, este verano es el momento ideal para hacerla realidad, en un lugar seguro, con buenos servicios, amplias embarcaciones, y la mayor experiencia.
En febrero, los invitamos a disfrutar de un artículo imperdible de pesca de tiburones con devolución, con fotos increíbles e inéditas. Consultas y reservas: “Penélope” de Daniel Colombil, amplios conocimientos, muchos años de experiencia, pesca de corvinas, tiburones y variada. Barco y lanchas amplias y seguras con todos los elementos de seguridad. Carnadas, equipos de pesca, asesoramiento. Avda. Costanera – Bahía San Blas. Tel. (02920) 499 417. tiburonesconpenelope@hotmail.com Cabañas Costanera Uno En un marco natural incomparable cerca del mar, con mucha tranquilidad, y el mayor confort, se destaca este nuevo complejo de cabañas independientes. Cada una posee camas para 6 personas, asador, cocina, vajilla completa, TV color, agua caliente, amplios ventanales, servicio de toallas y frezado de pescados. Avda. Costanera Esq. 22 – Bahía San Blas Cel. (0351) 152 01 64 17 costaneraunosanblas@gmail.com
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Durante la noche una torrencial lluvia regó la región. Aquí llueve casi todos los días, a veces de noche y otras durante la siesta.
A las 5 de la mañana, el golpe en nuestra puerta, puso en alarma todos los sentidos. La humedad florece tras la tupida vegetación, y las cámaras se empañan por la niebla, y el cambio de temperatura cuando salimos de la pieza, ya que dormimos con aire acondicionado, y al salir nos golpea el calor. Después, con el correr de los días mientras desayunábamos poníamos las cámaras afuera para que se adaptaran a la temperatura ambiente.
Un desayuno bien completo, suculento, para estar solo concentrado en la pesca durante todo el día es lo primordial.
Natal nos aguarda cerca del río con todo listo, son las 6 de la mañana y el sol promete estar bien ardiente en las horas del mediodía. Fundamental ropa liviana y larga, especialmente camisas y pantalones de secado rápido, y gorras que cubran la nuca y las orejas. Buen protector solar, anteojos, y muchas ganas de pasarla bien.
Antes de partir, vemos movimientos de peces cerca de la costa, y cuando le consultamos al guía, nos lleva para que el corazón comience a latir más velozmente. Cientos de pacúes de todos los tamaños, nadan en las transparentes aguas, y cuando le acercamos un poco de pan, el torbellino en la superficie nos deja sin palabras. Un espectáculo que nos da la bienvenida y que nos permite emocionarnos bien temprano.
San Benedito
Este curso de aguas claras tiene una extensión de 255 km., con sectores de correderas, salidas de lagunas y pequeños afluentes, su profundidad varía entre los 4 a 12 metros. Esta temporada del año, el río de mantiene bajo, y su mayor nivel lo alcanza durante mayo y junio, meses ideales para pescar otras especies y grandes bagres.
Para esta salida contamos con equipo de spinning liviano y pesado, cañas Feenwich Eagle GT y Okuma que van de 10 a 20 libras, con reeles Penn Captiva y Okuma Stinson cargados con multifilamento del 0,22 mm y también con nailon 0,31 mm.
Lo ideal para estos ámbitos es llevarse tres equipos de diferentes potencias para cubrir las distintas especies. Las cañas y reeles que llevamos serían aptas para las especies menores, pero para los grandes bagres se tornarían muy inferiores.
Navegamos unos 30 minutos, el aire fresco durante el viaje nos engañaba, porque cuando se detuvo la lancha se sentía el calor húmedo. Por suerte estaba un poco nublado.
Ingresamos a la primera laguna, y el objetivo eran los tucunarés. La pesca de esta especie es muy técnica, suele habitar lugares de muchos palos, vegetación semi sumergida, y piedras. Las aguas son calmas, y el silencio solo se interrumpe por las miles de aves que con sus alborotados cantos llenan de mística el aire.
Los primeros lances suelen ser fallidos, la distancia no es la ideal, y el sueñuelo no va donde la mente le dice… Después el pulso se afina, gana en precisión, y eso me hace sentir más cómodo, y al baquiano también lo alegra, ya que él nos indica los sitios posibles, pero somos nosotros los que debemos hacer viajar el artificial hacia el destino indicado. Para estas primeras pruebas, elegí un Spinner bait de Alfer´s. Un artificial que gusta mucho en la zona, y con el cual se consiguen buenos piques.
No se veía mucho movimiento, y Natal, me indica que volveríamos al río, que tenemos miles de ambientes para pescarlo. Esto me reconforta, ya que no eran mis lances los que estaban fallando, sino la ausencia del pez el que no nos daba la primera alegría.
Navegamos unos 5 minutos, mientras la lancha se desplaza, miro la costa, trato de adivinar el territorio de los tucunarés, es parte del juego, es parte de la estrategia adivinar donde se esconden estos peces. Vemos algunas correderas y pienso en el dorado… pero estamos lejos… aquí no habitan dorados…
Llegamos a un lugar en donde la corriente pega contra unos palos y se forman “vacíos de agua”, sitios en donde el río parece muerto. “Ahí, entre los palos, hay un tucunaré…” me avisa Natal con algunas palabras en castellano y otras en su portugués innato. Miro el lugar, trato de verlo al pez, pero se hace imposible… Un pequeño borbollón, me pone en alerta y dejo que mi mente vea un tucunaré bajo esa maraña de palos y ramas.
Hago volar mi señuelo y lo meto en un pequeño huequito entre dos palos. Lo comienzo a recuperar lentamente, y siento una explosión en el agua y un fuerte tirón en la caña. “¡Pique!” dice Natal, y mi primera oportunidad que se escapa. ¡El corazón casi se me sale por la boca! Intento tranquilizarme, y a la vez pienso “En estos lugares habita mi presa…”, ahora ya me estoy orientando. Centímetros más adelante veo un accidente similar, muy sucio, impensado para meter un artificial, y hacia allí lo hago volar… a todo o nada. Dos vueltas de manivela, y el sacudón frenético curva mi caña. “¡Pique!, ahí está…” grito, y el nailon que se enreda entre el palerío con la fuerza del pez en el extremo que busca refugio. “Tranquilo, vamos a sacarlo…” me dice el guía, y yo que intento ver el recorrido del nailon entre los palos. Fue un pique brutal, rápido, sin tiempo a nada, e inmediatamente la búsqueda de los obstáculos para el pescador y de salvación para el pez. Después de algunos minutos, logramos desenredar el nailon, y el pez que una vez liberado sale hacia el medio del río, y vuelve a buscar la costa. Tiene todas las mañas, y posee toda la fuerza para hacerme equivocar. Pero el anzuelo está bien prendido, y mi pulso se tranquiliza cuando veo que lentamente se entrega a mis manos. ¡Belleza pura! Grito, y no dejo de agradecer a Dios por este momento. Era el primer tucunaré de mi vida, y se merecía muchas fotos, muchas caricias. Un pez de un colorido imponente, mágico, sin palabras. Dueño de una velocidad y de una fuerza sorprendente. Un abrazo a Natal, y la alegría desbordante que no llego a describirla con precisión.
“Es una lucha sucia…” me dice Natal, en referencia a los ambientes en los que siempre está este pez aguardando el paso de sus presas.
Mucha felicidad, y por supuesto, la tranquilidad de ahora en más de saber dónde debo buscar el pique. Ahí, entre los palos, en los lugares inimaginables, en esos sitios en donde muchas veces vamos a perder señuelos, o en los cuales el nailon no va a resistir el roce contra otros palos.
A medida que transcurre la mañana los lances van ganando en precisión, y mi confianza se acentúa. Trabajo el artificial a distintas velocidades, buscando siempre sitios complicados, sucios. Esta pesca es magnífica, porque uno sabe que si deposita el artificial correctamente, el pique puede sucederse de manera inmediata. El spinner bait, tiene la gran ventaja de que el anzuelo se encuentra hacia arriba, y por lo tanto es muy difícil que se enganche de los palos.
Sacamos varios tucunarés por lo que la alegría era desbordante, incluso muchos los pescamos con señuelos de superficie y plop, que sinceramente es un espectáculo conmovedor, ver el ataque desde varios metros de distancia, y el estallido sobre la superficie cuando el pez toma con su gran boca el señuelo, algo que para quienes aman la pesca se graba a fuego.
SERVICIOS Familia Hasaín: la salida cuesta $ 550 por embarcación para 4 personas, esto incluye carnada y combustible para corvinas y bagres. Teléfonos de contactos: 0221-4641952, Nextel: 642*37, celular: 0221-154314057 Familia Creo: Oscar Creo y su hijo cuentan con dos cómodas trucker equipadas con GPS y todos los elementos de seguridad, propulsadas por motores Yamaha de 40 HP. Salen los 7 días de la semana e incluyen en el importe carnada (para bagres y corvinas) y refrigerio. Reservas al TE 0221-4644973 Consejos Útiles: * Como en toda pesca “marina”, el encarne es fundamental. Presentar cebos frescos y atados de modo prolijo será garantía de éxito., La anchoíta, en el caso de la corvina, puede ser trabajada en filete o de a mitades, combinada con camarón. En cambio, para bagres de mar, atarlas enteras a la pata del anzuelo (sin pincharlas para no destrozar la carne) será lo ideal. * Equipos Bagres: cañas de 15 a 25 libras de hasta 2,60, tipo Shimano Convergente, reel rotativo cargado con nailon de 0,35 a 0,40 mm., plomos de 0,60 a 0,90 según la correntada y anzuelos 6/0. Corvinas: una caña liviana de bait tipo Shimano FX-C- 66MHb2 o similar, con reel rotativo de bait Marine Sport Brisa 8000 y nailon 0,35 para evitar cortes y por si se da algún bagre). * Manipular los bagres con cuidado, usando pinzas o bogagrip para izarlo. Nunca levantarlo con la caña y echarlo arriba del bote, porque comenzará a saltar provocando accidentes con sus púas venenosas. Usar calzado de media caña, con puntera reforzada para evitar accidentes por pisotones involuntarios (a veces salta fuera del cajón y queda alguno peligrosamente en el piso del bote). * Tomar una pastilla de Dramamine la noche anterior y otra dos horas antes de embarcar. Las olas cortas del río sumadas al olor fétido de anchoas, camarones y piezas de origen marino amontonadas en cajones, causan náuseas y pueden arruinarnos la salida. * No Deprede: corvinas y bagres sufren demasiado con redes y espineles como para sumar nuestro aporte negativo a la merma de las especies. Llévese alguno para consumo pero no vaya con la triste idea de amortizar el viaje en kilaje de pescado.